Tuno indio, la fruta que es salud

Por Vanessa Santana.
Nací en el campo y recuerdo que mi casa estaba rodeada de tuneras. Tuneras que pican y manchan, así decía mi madre y claro, difícil acercarte y no mancharte. Tuve la suerte que mi padre me enseñó a comerlos, arranca una púa y con ella rodea la copa de tuno y aprieta desde abajo, directo a la boca.
¡Increíbles bocados!
Es esa fruta que crece en las hojas de los cactus nopales, fueron traídos a canarias hace algunos siglos desde América. Aquí en canarias se le llama “tuno indio”, pero también es conocido como “higo tuno”.
Es un fruto cilíndrico con el exterior lleno de púas (que pican mucho) y con una pulpa altamente colorante, suave y con unas pipas. Es una fruta que apenas se le ha dado importancia en nuestra alimentación, cierto es, que antes se utilizaban para hacer los linderos de las fincas y después cada uno cogía el fruto.
Hoy en día los encontramos en barrancos y muchas zonas llenas de estos cactus, pero son pocas las personas que lo recogen, ¡Vaya error!.
La naturaleza que nos regala este fruto, su sabor es muy apreciado, cada vez más son sus propiedades que lo ponen en el ojo de los clientes. Sus propiedades antinflamatorias, antioxidantes y antienvejecimiento han hecho que se le dé el valor que merece.

Es rico en muchos nutrientes, vitaminas, minerales y fibra dietética. Esto lo convierte en una fruta muy saludable y que debemos añadir en nuestras dietas, tanto por fines culinario como medicinales, tanto es así, que su bajo contenido en colesterol y grasas saturadas los convierte en una opción adecuada para personas que sufren de obesidad y enfermedades cardiacas. Una de los grandes descubrimientos de este fruto es el mucílago, donde se encuentra, es ese elemento viscoso, una fibra soluble.
Algunos de sus beneficios son contra el colesterol, ya que ayuda creando una especie de gel que protege las arterias. Además, al ser una fibra resulta esencial para el estreñimiento, ya que favorece el tránsito intestinal.