Mitos y mentiras del Séptimo Arte
La Huella del Cine
Por Luis Díaz, Analista de documentos cinematográficos.
Hay muchos mitos creados por el cine y la televisión que la gente da por válido y que casi nadie pone en duda, bulos convertidos en falsa realidad.
Como por ejemplo en muchas películas vemos que el prota rompe el ventanal o lo atraviesa como si fuera papel, pero romper un cristal no es nada fácil. Ya que si el golpe no te mata, lo harán los cristales.
Otra mentira, es lo de que hay mantener descolgado el teléfono 30 segundos para localizar la llamada. El rastreo puede hacerse, pero requiere el consentimiento de la compañía y puede tardar fácilmente más de 30 minutos.
También nos han intentado vender que si un coche vuelca inmediatamente estalla en una nube de fuego. Y lo mismo sucede si le pegamos un tiro a cualquier parte del chasis al azar. Mentira.
Las explosiones y sonidos en el espacio: la cuestión es que en el espacio el sonido no se transmite debido al vacío. Y las grandes explosiones de naves en llamas necesitarían oxígeno para que se propague el fuego.
El uso del cloroformo, no es tan efectivo como el cine nos ha hecho creer. Para empezar no es inmediato, si no que tarda unos 5 minutos en hacer efecto. Y tampoco te deja dormir varias horas, solo mareado.
En lo que armas de fuego concierne, un disparo en ciertas partes del cuerpo no te mata. Lo que te puede matar es el shock subsiguiente o la pérdida de sangre.
Disparar a un candado para abrirlo es una necedad. Primero porque el candado puede aguantar el disparo y posiblemente la bala rebote. Y en realidad, el silenciador amortigua ligeramente el ruido, pero no lo ciegan. De hecho, se producen tres ruidos al disparar, al detonar, la bala rompiendo la barrera del sonido y el casquillo saliendo cayendo al suelo.
Y si entramos en otros temas como animales, de acuerdo con los últimos estudios, el Tiranousario Rex no era capaz de correr, y tampoco debía de rugir. Más bien sería una especie de gallina u ornitorrinco de treinta metros, con buche y plumas. Eso sí, con un apetito voraz.
Sugerencia:
No te creas todo lo que veas.
